Brilla en el cielo una estrella más desde el 24 de junio. Una estrella que seguirá ayudándonos desde arriba igual que tantos años lo hizo en la Tierra. Nuestra compañera y miembro de Junta Directiva Valentina Pedrero queda grabada en los corazones de ALCER Badajoz.
Valentina, nuestra querida Valentina. Valentina I la Valiente, forjada en mil y una batallas de la vida. Batallas ganadas, criando sola tres hijas como tres soles, luchando con una diálisis y con mil vicisitudes, pero siempre con una sonrisa y mirando al que tenia al lado, porque no solo luchaba por ella y por sus niñas, lo hacía por todo el que le rodeaba, siempre presta a ayudar a quien lo necesitaba, siempre disponible para ayudar.
No estéis tristes, porque Valen es mucha Valen, y nunca nos va a dejar. No estéis tristes, alegraos por haber compartido camino con alguien tan excepcional, que alguien tan irrepetible no la vais a encontrar de nuevo. Alegraos porque ya vuela alto, sin diálisis y sin dolor. Alegraos porque su huella no es una huella en la arena, que llega una ola y la borra. Su huella está profunda y cincelada en la piedra, en cada uno de los corazones en los que entró: en sus hijas, sus nietos y nietas, su yerno, sus hermanas y sobrinos y en los corazones de su otra familia, su ALCER, sus compañeros de fatigas en la dura travesía de la enfermedad.
Alegraos porque habéis sido parte de su vida y ella de la vuestra.