CUIDARSE BIEN, PARA VIVIR MEJOR


1. La piel.

Protegerme del sol, caminando a las horas bajas de sol con protección solar durante todo el año.

Además de lesiones cutáneas malignas la asociación de inmunosupresión, sol y predisposición individual favorece la aparición de lesiones benignas molestas y afeantes. 

Sin obsesionarse, explórese la piel de forma regular y comunique al médico si encuentra una lesión desconocida.

 

2. Úlceras bucales y lesiones en la lengua.

Pueden presentarse con una frecuencia muy variable. Asociadas, en ocasiones, a un descenso de los glóbulos blancos.

En el caso que presente estas lesiones evite los alimentos ácidos y tome la comida triturada, así disminuirán las molestias. Además consulte con su médico pues podrá prescribirle una medicación que le ayude a controlar los síntomas. Estas lesiones suelen ser pasajeras.

 

3. Molestias estomacales.

Suelen ser más frecuentes los primeros días después del trasplante. Cuando le den el alta, le prescribirán un tratamiento profiláctico. Si no fuera suficiente, consulte con el médico para que le ajuste una dosis mayor. No abuse de comidas copiosas, pesadas o con mucho picante.

 

4. Estreñimiento.

Es habitual tenerlo en los primeros días después del trasplante, asociado al encamamiento y a la dieta progresiva. En ese caso, puede serle de ayuda recibir un laxante suave, glicerina o algún enema.

Una vez esté de alta puede prevenir el estreñimiento con una dieta rica en fibra y una ingesta abundante de agua. Si tiene alteraciones del patrón intestinal (diarreas o estreñimiento inexplicables) comente al médico para descartar otros problemas de salud.

 

5. La vista.

Hay alteraciones de la vista que se ven favorecidas por los corticoides como las cataratas o el glaucoma, por lo que le recomendamos un control anual por el oftalmólogo.

Si usted es diabético está doblemente recomendado. Los reconocimientos de agudeza visual en ópticas no sustituyen a la visita al oftalmólogo.

 

6. Dientes y encías.

Es importante realizar la higiene bucal después de cada comida. Una dentadura mal cuidada puede desembocar en diversos problemas que pueden agravarse con el tratamiento inmunosupresor.

Si tiene un flemón, es necesario iniciar un tratamiento antibiótico, por lo que consulte a su dentista y consulte con el nefrólogo el antibiótico prescrito.

La hiperplasia gingival es un trastorno que consiste en el crecimiento anormal de las encías, pero es un proceso que se asociaba más frecuentemente a la ciclosporina, un inmunosupresor que se usa poco actualmente en trasplante renal.

 

7. Huesos.

Los huesos de los enfermos renales se encuentran en una situación más delicada que la población en general. Puede que llegue al trasplante con una afectación ósea importante, por lo que es un ámbito a cuidar incluso en el post-trasplante, al tener una situación peor de partida.

En los casos de osteoporosis hay un mayor riesgo de dolor y de fracturas.

Ejercicio moderado adaptado a su situación y una dieta rica en calcio pueden ayudarle en el post-trasplante siempre y cuando no tenga el calcio elevado en sangre. De todo ello se le informará oportunamente en su caso particular.

 

8. Hipertensión arterial.

Es importante que usted se controle los valores de tensión. La hipertensión arterial es un factor de riesgo cardiovascular y renal por lo que es muy importante controlarla.

Coma con poca sal. Puede usar otros condimentos para dar sabor a los alimentos. No fume, no beba alcohol o, si lo hace, de forma muy moderada. Realice ejercicio que se adapte a su situación clínica y reduzca el peso en el caso de obesidad.

Todas esas medidas ayudan a disminuir la tensión arterial.

 

9. Diabetes.

Es importante el seguimiento de la dieta que le indiquen en su centro, la bajada de peso, si procede, y la realización de ejercicio. A veces, hay que recurrir a medicación o a la modificación del tratamiento inmunosupresor.

 

10. Colesterol y triglicéridos.

Aunque hay muchas causas de la elevación de esas sustancias (entre ellas la dieta), lo cierto es que el tratamiento inmunosupresor también lo favorece. Siendo como son, además, tanto el colesterol como los triglicéridos, factores de riesgo cardiovascular, es necesario un control y vigilancia.

Evite los rebozados y fritos, la grasa de la carne, la bollería y pasteles le ayudará a controlar esos parámetros.

Escoja alimentos a la plancha, al vapor o hervidos y aumente la cantidad de pescado en detrimento de la carne.

 

11. Obesidad.

Los esteroides aumentan el apetito por lo que es importante que controle la ingesta alimentaria. La obesidad es un problema que tiene múltiples consecuencias como son el riesgo cardiovascular, los problemas musculoesqueléticos y la sobrecarga renal.

Recuerde hacer ejercicio físico. Es una de los mejores recursos (barato y asequible) para controlar el sobrepeso, la tensión arterial, el colesterol y las grasas, aparte de mejorar notablemente el ánimo personal.